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Capítulo 13

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Pedro Munitis salió a hombros del estadio Santiago Bernabéu tras su exhibición el 22 de abril de 2000, colaborando a la histórica victoria de su equipo por cuatro a dos ante el Real Madrid, equipo que ese mismo año se proclamaría campeón de Europa.

HISTORIA / Cap. 13 Un equipo consolidado entre los grandes

1993-94 - Siete años llevaba el Racing sin estar en Primera División, pero su vuelta a la máxima categoría fue más afortunada de lo esperado. El Racing partía como un candidato al descenso y acabó siendo el equipo revelación de la temporada, acabando clasificado en octavo lugar, delante de equipos que partían con aspiraciones más elevadas que las del equipo cántabro. Fue la primera vez que el Racing acababa la temporada sin negativos. El equipo, de la mano de Javier Irureta, utilizó un sistema muy definido, basado en una férrea defensa, un centro del campo muy organizado y una delantera muy rápida y efectiva. Además se ficharon dos jugadores rusos, Radchenko y Popov que dieron un rendimiento excelente. El sistema utilizado por el Racing, fue de un 5-3-2 con dos carrileros que surtieron de balones a los delanteros. La ilusión se recuperó en Santander tras siete años muy duros.

 

1994-95 - Otra temporada de sufrimiento para el Racing. Hasta la última jornada no consiguió la permanencia en la categoría. Se vivieron momentos de tensión hasta el último momento ya que la trayectoria del equipo no fue nada regular. En el último tramo de la Liga fue capaz de estar siete partidos seguidos sin perder (4 victorias y 3 empates) y gracias a eso consiguió la salvación. El fútbol que realizaba el equipo era bueno pero no se conseguían goles. Vicente Miera empleó un sistema 5-3-1-1 con Radchenko en punta, pero el equipo adolecía de poder anotador, sobre todo cuando jugaba contra equipos que se cerraban atrás. El Racing perdió 15 puntos, pero la forma de jugar el equipo, igual fuera que en casa, hizo que también se consiguieran grandes triunfos fuera, como en Anoeta, Vicente Calderón o Sánchez Pizjuán. El equipo acabó la Liga en el decimosegundo lugar, puesto que esconde un poco los apuros pasados hasta conseguir la salvación matemática.

 

1995-96 - El juego de esta temporada fue peor que el de la anterior, aunque no se pasaron apuros para mantenerse. La destitución de Vicente Miera y la llegada de Nando Yosu hizo mejorar al equipo. Miera realizó unas declaraciones desafortunadas donde criticaba al pueblo cántabro y la directiva racinguista decidió su sustitución. Yosu dio tanquilidad al equipo y el equipo templó sus nervios y mejoró considerablemente. Al final de la temporada, el Racing ocupó la decimoséptima posición, un puesto justo con los méritos del equipo. El Racing consiguió la victoria en once encuentros. Billabona fue el jugador más destacado del equipo y el canterano Luis Fernández demostró ser uno de los mejores nacionales en su puesto. El máximo goleador del eqipo fue Popov con ocho goles.

 

1996-97 - El inicio de la campaña del Racing fue formidable. El equipo cántabro estaba considerado como uno de los equipos revelación de la categoría y la afición se ilusionó con conseguir incluso la clasificación europea. Marcos Alonso, entrenador del equipo también entró con buen pie en la familia racinguista, pero en la segunda vuelta todo cambió y acabó siendo muy discutido por la parroquia racinguista. Los partidos de casa durante la segunda vuelta fueron desastrosos e impidieron al Racing acabar más arriba en la clasificación, ocupando al final la decimotercera plaza. El Racing estuvo nueve jornadas sin conocer la derrota, de la 6ª a la 14ª y sumó diecisiete empates, cifra récord. El jugador uruguayo cedido por el Club Atlético de Madrid. Fernando Correa fue el máximo goleador del equipo.

 

1997-98 - El Racing comienza la temporada dirigido de nuevo por Marcos Alonso, pero el Pichón no acaba la temporada. De nuevo Nando Yosu toma las riendas del equipo en un momento difícil y lo llevó a conseguir la salvación. El club había conseguido la permanencia de Correa en el equipo y se consiguieron los fichajes de José Félix Guerrero y del portugués Hugo Porfirio. El primero triunfó y se convirtió en uno de los puntales del equipo, pero en cambio, el segundo, fichado como una estrella del West Ham United, fracasó estrepitosamente, ganándose expulsiones absurdas y sanciones internas por falta de disciplina. Una derrota estrepitosa en Mestalla (6-1) supuso la destitución de Marcos AlonsoYosu dio consitencia al equipo y poco a poco fue saliendo de los puestos de descenso hasta acabar en la decimocuarta posición. Hay que destacar esta temporada la comunión existente entre el equipo y al afición, que acompañó en numerosos desplazamientos (Oviedo, Zaragoza, Bilbao) al equipo para animar a sus jugadores en los peores momentos.

 

1998-99 - El Racing comenzó la temporada con la aspiración de hacer algo grande. Llegaría el paraguayo Gustavo Benítez, un hombre con fama de duro, que sustituyó a Yosu, técnico que estaba cumpliendo pero al que la directiva racinguista no consideraba idóneo para dirigir al equipo cántabro cuando no había terminado la primera vuelta de competición. El equipo logró la permanencia con apuros. Víctor y Amavisca, dos campeones de Europa, reforzaron el equipo y ambos rindieron satisfactoriamente. El primero fue el máximo goleador del equipo con 12 goles. Munitis empezó a destacar en el equipo tras su cesión al C. D. Badajoz y el canterano Ismael se convierte en la referencia del centro del campo racinguista.

 

1999-2000 - El Racing desarrolla esta temporada un juego bonito pero no demasiado efectivo. El equipo acaba como el rey del empate, y hoy en día sumar un solo punto por partido no lleva muy lejos. El Racing sufrió por conseguir la permanencia hasta la penúltima jornada. El mayor problema fueron los partidos de casa donde sólo consiguió ganar en tres de los diecinueve disputados. Hay que destacar que el delantero racinguista Salva consiguió el Trofeo Pichichi con 27 goles, siendo el primer jugador racinguista en conseguir dicho galardón en la máxima categoría. Benítez acabó la temporada pese a ciertas críticas de parte de la afición y abandonó el club cántabro nada más terminar la campaña. Munitis explotó esta temporada y consiguió la internacionalidad junto a Salva. El jugador cántabro fue convocado para disputar la Eurocopa 2000 e incluso logró un importantísimo gol contra Yugoslavia. Poco después fue fichado por el Real Madrid por una gran cantidad para el club cántabro en el traspaso.