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Capítulo 6

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Moro acaba de marcar el gol racinguista contra el Real Madrid en el partido que se disputó en Santander el 24 de enero de 1954, y que acabó con empate a uno.

HISTORIA / Cap. 6 Temporada memorable y quinquenio entre los grandes

1949-50 - Aquello sí que fue una gozada. Goles, goles, y más goles. Goles maravillosos. Goles y buen juego. Porque el Racing jugaba en Segunda, pero tenía un equipo de Primera. Y de los buenos de Primera. Casi sobró la segunda vuelta. En la jornada veintidós, de cuarenta y cuatro puntos posibles solo se habían escapado dos. Se habían conseguido veintiún triunfos y una sola derrota. En la jornada veintidós le corresponde jugar en el viejo campo de Torrero ante el Zaragoza C. F., a la sazón en segundo lugar de la clasificación, pero a trece puntos de diferencia. En Santander la animación es máxima. Viajes Yllera organiza por primera vez un avión para seguir al equipo. Se iría en autobús hasta Bilbao, y desde allí en un "Bristol 190" hasta Zaragoza, con treinta y dos pasajeros. El viaje de ida y vuelta cuesta cuatrocientas pesetas. Las plazas se agotaron enseguida.

 

Con la clasificación para la liguilla de ascenso asegurada, la directiva del Racing manifiesta a la afición: " que el equipo va a dar entrada en sus desplazamientos entrada a todos los jugadores de la plantilla". De esta manera se concluye la Liga "ralentizando", y este "relax" impide que se consiga la cota de cien goles, quedándose tan solo a uno de esta cifra mágica. Y llega la liguilla de ascenso. Esto ya es más serio, pero hay confianza absoluta. El resto de los equipos son: U. D. Lérida, subcampeón del Grupo Norte, C. D. Alcoyano y Real Murcia, campeón y subcampeón respectivamente del Grupo Sur. De nuevo el Racing demuestra superioridad absoluta, siendo además juez, pues con su única derrota en Lérida, ayudó a éste equipo a que le acompañase en el ascenso automático. Aún resalta más esta superioridad demostrada ante todos los equipos de Segunda División, si se tiene en cuenta que C. D. Alcoyano y Real Murcia, a los que venció ampliamente, también ascendieron a Primera, al vencer en los partidos de promoción.

 

1950-51 - Diez años justos había costado recuperar el paraíso perdido. Parecía imposible que por los viejos Campos de Sport volviesen a desfilar los equipos grandes. El estadio se abarrotaba cada domingo, de un público que quería vibrar con su equipo. El Racing también fue este año esperado con expectación en todos los campos que visitó, después de su impresionante ascenso, por un público deseoso de ver aquel equipo plagado de figuras que tanto sonaban a los oídos de los aficionados y que apenas habían sido vistas en terrenos de Primera División. La campaña fue excelente, pero pudo haber sido extraordinaria de no ser por las innumerables lesiones que se cebaron en gran parte de los componentes del equipo. La primera vuelta fue de una increíble regularidad, venciendo en todos los encuentros jugados en el Sardinero, excepto un meritorio empate a dos tantos frente al C. F. Barcelona.

 

La única nota discordante fue una derrota en el estadio metropolitano ante el Atlético de Madrid por 9-1, y que supone la mayor goleada encajada por el Racing en su historia en partido de competición. Iniciada la segunda vuelta vence el Racing en La Coruña y se coloca a dos puntos del líder, el Club Atlético de Madrid, equipo al que poco después vence en El Sardinero. Posteriormente, el Racing perdió algo de ritmo en el campeonato, pero aún conseguiría otro éxito, al vencer al Real Madrid en el estadio Chamartín por 1-0. Se terminó en el centro de la tabla sin positivos ni negativos, quedando la satisfacción del juego realizado. En resumen, una vuelta a la División de Honor más que digna. La afición vibró con el equipo, y se obtuvieron las mayores asistencias al campo hasta aquel momento. La base del éxito del equipo radicó en el magnífico equilibrio que mantuvo el entonces llamado "cuadrado mágico".

 

1951-52 - Una mala campaña iba a llevar de nuevo al Racing a las puertas de la Segunda División, de la que se libró, no por su actuación en los terrenos de juego, sino por una decisión federativa. De la famosa delantera NemesJoseitoMarianoAlsúa y Echeveste, que por aquella época recitaban de memoria hasta los niños de párvulos, solo había quedado en la plantilla del Racing el último de los cinco. Entrenaba al equipo, Gerónimo "OsoDíaz, y los primeros lances de la Liga parecieron dar razón a los optimistas, pues después de la novena jornada, el equipo estaba situado en la zona media de la clasificación con dos puntos positivos. De repente, cuando el equipo parecía entonado en la categoría, pierde en los seis últimos lances de la primera vuelta, tres de ellos en El Sardinero, se coloca en el pelotón de cola, cunde el desánimo y aparecen los nervios. Nada más comenzar la segunda vuelta, el preparador "OsoDíaz rescinde el contrato que le une al Racing, pasando a ocupar su lugar Palomini. En la recta final, pierde en el casa ante el Real Gijón y empata con el Real Zaragoza, sus más directos rivales, y sin tiempo para reaccionar se produce un cuádruple empate a veinticinco puntos, correspondiendo jugar la promoción a Real Gijón y Racing. Se forma una liguilla de seis equipos, en Santander hay optimismo, pues se creía que había plantilla suficiente para quedar en primer lugar, pero la realidad fue muy distinta, quedando fuera de la permanencia. Finalmente, una decisión federativa impedía al C. D. Mestalla utilizar en Primera División el mismo campo que el Valencia C. F., y ante la imposibilidad de rehabilitar otro terreno de juego, tuvo que ceder su lugar al tercer clasificado en la liguilla: el Racing.

 

1952-53 - Después del susto pasado en la temporada anterior que pudo costarle al equipo el descenso de categoría, la directiva se preocupó de reforzar la plantilla, con vistas a no pasar apuros en el campeonato que estaba a punto de empezar. Para ello comenzó suscribiendo abonos de socios-propietarios en número de quinientos. Con las arcas del club bien abastecidas comenzaron los fichajes. El primero de ellos fue Alsúa, cediendo a cambio a la Real Sociedad a Echeveste. Otros refuerzos fueron el defensa central Barrenechea, y el interior del Melilla U. D. Martínez. Estos refuerzos fueron un balón de oxígeno para el equipo, que esta temporada caminó con mayor seguridad por la División de Honor. Hubo "caso" con el nuevo entrenador, Nando, jugador exinternacional del Club Atlético de Bilbao, al que su club retenía por tener contrato en vigor. Nando fue durante algunas jornadas entrenador y jugador, pasando poco después su actividad a la de jugador, al adquirir el Racing los servicios de un nuevo entrenador: Juanito Ochoa. El comienzo de la Liga no pudo ser más alentador pues el equipo se colocaba en primer lugar de la clasificación, situándose a partir de ese momento en una zona intermedia de la que ya no saldría en todo el campeonato. El juego del equipo era bastante brillante, destacando de nuevo el "magisterio" de Alsúa. Mediada la temporada, irrumpe en el equipo de forma meteórica un muchacho de Guarnizo, que no iba a tener tiempo de contribuir en mayor escala a la mayor gloria del Racing. Pero con él iba a proyectarse hacia la fama uno de los más fabulosos extremos a escala mundial de todos los tiempos. Nos estamos refiriendo, como es lógico, a Paco Gento. Este año, el final del campeonato fue tranquilo para el Racing que llegó a la última jornada a salvo de cualquier eventualidad. Terminada la temporada, dimite el presidente Manuel San Martín, siendo elegido Basilio de la Riva como su sucesor. El año 1953 fue además pródigo en partidos de carácter internacional, ya que se viaja a Burdeos, donde se vence al Girondins F. C. por 2-1, se disputa el Torneo Vichy donde se pierde frente al Torino A. C. por 2-1, se regresa a Vichy donde es derrotado 2-1 por el Stade Reims F. C. y por último es derrotado por 4-3 por el Olympique de Lyon.

 

1953-54 - Esta temporada hay dos bajas importantes, el portero Juanito y Gento eran transferidos al Real Madrid. El extremo de Guarnizo era traspasado por un millón doscientas cincuenta mil pesetas, la transferencia de Espina y la cesión de Ucelay. Además se incorporó Santiago Vázquez, que pronto se convirtió en el comodín del equipo. En el orden económico las cosas no iban bien, los propietarios del solar donde estaban enclavados los Campos de Sport habían desahuciado al Racing, que se veía ante la inminente obligación de abandonar los mismos. La directiva inició con denodados esfuerzos las gestiones para la adquisición del terreno, y en estas circunstancias comenzó el torneo de Liga. Como se había previsto, el Racing estaba en forma, confirmando su eficacia y buen juego terminando en quinto lugar de la tabla en la primera vuelta. Cediendo sólo dos puntos en sendos empates a lo largo de toda la primera vuelta en el Sardinero. Su partido en Chamartín coincidió con la presentación oficial de Alfredo Di Stefano. No se pierde la imbatibilidad del Sardinero hasta el último partido de Liga, frente al Real Valladolid, que necesitaba imperiosamente los puntos para conseguir la salvación. Si deportivamente la temporada había sido un éxito, también se culminó brillantemente en el aspecto económico, al conseguir la adquisición en propiedad de solar de los Campos de Sport en tres millones doscientas cincuenta mil pesetas.

 

1954-55 - Después de la brillante campaña realizada el año anterior, nadie podía sospechar que este año se iba a producir, por segunda vez en la historia del Racing, el descenso a Segunda División. Aparentemente tampoco había habido cambios importantes en la plantilla que hicieran suponer una disminución del potencial de la misma. Eso sí, se continuaba con la típica sangría de los valores jóvenes de la cantera. Marquitos seguía los pasos de Gento e iba a engrosar las filas del Real Madrid. El equipo tenía exceso de años, falta de fe y de espíritu de lucha. Por ello no es extraño que no obtuviese un solo punto en los desplazamientos a lo largo de toda la temporada. Ante la ineficacia en las salidas, la única solución habría sido una defensa "numantina" de los puntos disputados en El Sardinero, pero no fue así. Se perdieron diez puntos que llevaron al equipo al descenso automático tres jornadas antes de concluir la Liga. Un hecho desgraciado pudo influir decisivamente en la mala clasificación del Racing. En el partido disputado en el estadio Metropolitano, en un choque fortuito entre Santín y Zamoruca, éste sufría una fractura del húmero, que tras una serie de complicaciones durante el tratamiento, le produce una incapacidad permanente para su profesión de guardameta. Se perdía así un jugador de gran porvenir, y no hay duda de que la falta de su concurso fue de vital importancia para su equipo. El Racing no respondió en absoluto, y su descenso se produjo sin paliativos, quedando a cuatro puntos del equipo situado delante de él. Ante la deplorable actuación que se estaba viviendo, el entrenador, Juanito Ochoa fue sustituido por Urquiri, que tampoco pudo remediar la situación. También, antes de que terminase la temporada, dimitía en pleno la directiva presidida por Basilio de la Riva. Una vez consumado el descenso, la nueva directiva se afirmaba en el propósito de hacer una renovación total del equipo, haciendo descarte de jugadores ya gastados y no fichando a ningún elemento nuevo que sobrepasase los veinticinco años de edad.