Cualquier comportamiento de carácter racista, tanto sea de palabra como de acto, es, sin matices, execrable y en las antípodas de lo que queremos que sea nuestro club
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Ante los comentarios reflejados en el apartado ‘Otras observaciones o ampliaciones a las anteriores’ del acta del partido Fabril-Rayo Cantabria disputado ayer en los que se apunta la posible existencia de “un incidente de índole racista”, el Real Racing Club quiere puntualizar lo siguiente:
Ante los comentarios reflejados en el apartado ‘Otras observaciones o ampliaciones a las anteriores’ del acta del partido Fabril-Rayo Cantabria disputado ayer en los que se apunta la posible existencia de “un incidente de índole racista”, el Real Racing Club quiere puntualizar lo siguiente: Cualquier comportamiento de carácter racista, tanto sea de palabra como de acto, es, sin matices, execrable y en las antípodas de lo que queremos que sea nuestro club. Nuestra condena a cualquier incidente en el que pueda tener un papel significativo el componente racista es rotundo y animamos a las autoridades competentes a perseverar en la línea que se sigue afortunadamente en los últimos tiempos en nuestro país y sancionar con la mayor severidad posible este tipo de comportamientos.
Ninguno de los componentes de la expedición racinguista a Abegondo fue testigo de que en el partido Fabril-Rayo Cantabria se produjera un incidente del tipo mencionado. Tanto jugadores, como técnicos, auxiliares y directivos aseguran no haber presenciado ni mucho menos protagonizado un acto de semejante bajeza moral. No consta tampoco que el público presente en el estadio, la Guardia Civil, la seguridad privada o el trío arbitral fueran testigos de algo parecido.
Nos parece totalmente inadecuado que en un documento público como es un acta arbitral (a disposición de cualquiera en la página web oficial de la RFEF), se refleje un comentario de parte que denuncia un acto que el árbitro mismo reconoce que “no llegamos a escuchar insulto alguno, ni ninguna expresión de índole racista”. No es habitual que un acta refleje las numerosas ocasiones en las que jugadores de uno u otro equipo avisan al árbitro de que un jugador del cuadro rival le ha insultado. Cuando no han sido testigos los miembros del equipo arbitral, obviamente, no se actúa ni se refleja en el acta. Y estamos hablando de algo éticamente mucho más grave.
Debido a ese inadecuado uso de un documento público, uno de nuestros jugadores, que niega rotundamente cualquier participación en los acontecimientos, como parecen refrendar, además, las imágenes del partido, viene sufriendo un cruel acoso, con amenazas incluidas a su integridad física, a través de las redes sociales que ha sumido al futbolista y a sus compañeros en un estado de abatimiento absoluto. Los insultos y comportamientos racistas son una lacra a extirpar de nuestra sociedad y, por supuesto, del fútbol español, pero vulnerar, sin pruebas, el principio constitucional de la presunción de inocencia es sencillamente inaceptable.
El Real Racing Club mantiene un compromiso radical de permanecer en todos sus estamentos lo más alejados posibles de comportamientos que ni remotamente presenten un componente racista. Así lo saben todos nuestros futbolistas, técnicos y empleados en general y, por supuesto, después de este desagradable episodio, vamos a redoblar el compromiso y la vigilancia al respecto.