ACTUALIDAD
TAL DÍA COMO HOY HACE 80 AÑOS EL RACING DEBUTÓ EN PRIMERA DIVISIÓN
Raba; Santiuste, Rufino Gacituaga; Torón, Baragaño, Larrinoa; Santi, Loredo, Óscar, Gómez-Acebo y Amós, alineación del estreno ante el Barcelona (0-2)
Los capitanes Santi, Sagi y el árbitro, Melcón, en el primer partido..
12/02/09
Raba; Santiuste, Rufino Gacituaga; Torón, Baragaño, Larrinoa; Santi, Loredo, Óscar, Gómez-Acebo y Amós.
Raba; Santiuste, Rufino Gacituaga; Torón, Baragaño, Larrinoa; Santi, Loredo, Óscar, Gómez-Acebo y Amós.
12 de febrero de 1929, martes de Carnaval. Con esta formación hoy, hace 80 años, inició el Racing su participación en el campeonato de fútbol de Primera División. Los racinguistas forman parte del escogido grupo de diez equipos fundadores de la máxima competición española. Junto al Racing debutaron Barcelona, Real Madrid, Athletic de Bilbao, Real Sociedad, Arenas de Guecho, Atlético de Madrid, Espanyol, Europa y Real Unión de Irún.
El Racing disputó su primer partido oficial en la categoría superior del balompié aquel 12 de febrero de 1929, en Los Campos de Sport ante el Barcelona, que presentó la siguiente formación: Vidal, Saura y Samitier; Martí, Castillo, Obiols; Sagi-Barba, Arnau, Ramón, García y Perera. Los azulgrana estaban entrenados por Romà Forns y su presidente era Arcadi Balaguer Costa. En la alineación racinguista había seis cántabros (Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Amós y Gómez Acebo); tres asturianos (Baragaño, Loredo y Óscar, y tres vizcaínos (Larrinoa y Santi)..
Larrínaga
Los principios racinguistas fueron negativos en cuanto a resultados. Los Campos de Sport registraron en la presentación una discreta entrada por causa de la lluvia. Los cántabros perdieron (0-2) siendo el extremo Manuel Parera el autor de los dos goles barcelonistas, según informa nuestro colaborador Paco Cuadra. El primer tanto cántabro en Primera no llegó hasta la segunda jornada (Real Unión, 3/ Racing,1) obra de Ángel Gómez Acebo Quintana. La primera victoria tardó, aún más; no se produjo hasta la octava jornada, exactamente el 21 de marzo de 1929. El Europa, de Barcelona, fue el primer derrotado en Los Campos de Sport (3-2) gracias a dos tantos de Oscar y uno de Larrínaga.
PATRICK O’CONNELL Y TRES FASES DE PROMOCIÓN
El Racing fundador de la Primera División alcanzó tal honor por méritos propios. Para ello tuvo que superar una prueba muy exigente: Tres fases de promoción. En cuartos dejó fuera al Valencia (2-2 en Mestalla y 2-1 en El Sardinero), en semifinales bastó con una victoria sobre el Betis (2-1) y la final se jugó ante el Sevilla, precisándose tres partidos en seis días (1-1, 2-2 y 2-1).
Los racinguistas consiguieron la plaza en Primera División el 9 de febrero de 1929, esto es, tres lustros largos después de su fundación en 1913. Y tres días después ya debutaban nada menos que frente al Barcelona. Tras 310 minutos de juego y apenas 72 horas de descanso, cántabros y catalanes inauguraron su singladura en Primera División en Los Campos de Sport. Las crónicas de la época recuerdan que la cancha estaba muy pesada. Llovía. La delantera local se mostraba torpe y el mítico Samitier, metido entre los zagueros azulgrana, desbarataba todas las ofensivas locales…arbitraba el madrileño Ramón Melcón Bartolomé, todo un personaje del fútbol español que más tarde escribiría en El Alcázar, entre otros medios, así como Vicepresidente de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid.
PATRICK O’CONNELL Y TRES FASES DE PROMOCIÓN
El Racing fundador de la Primera División alcanzó tal honor por méritos propios. Para ello tuvo que superar una prueba muy exigente: Tres fases de promoción. En cuartos dejó fuera al Valencia (2-2 en Mestalla y 2-1 en El Sardinero), en semifinales bastó con una victoria sobre el Betis (2-1) y la final se jugó ante el Sevilla, precisándose tres partidos en seis días (1-1, 2-2 y 2-1).
Los racinguistas consiguieron la plaza en Primera División el 9 de febrero de 1929, esto es, tres lustros largos después de su fundación en 1913. Y tres días después ya debutaban nada menos que frente al Barcelona. Tras 310 minutos de juego y apenas 72 horas de descanso, cántabros y catalanes inauguraron su singladura en Primera División en Los Campos de Sport. Las crónicas de la época recuerdan que la cancha estaba muy pesada. Llovía. La delantera local se mostraba torpe y el mítico Samitier, metido entre los zagueros azulgrana, desbarataba todas las ofensivas locales…arbitraba el madrileño Ramón Melcón Bartolomé, todo un personaje del fútbol español que más tarde escribiría en El Alcázar, entre otros medios, así como Vicepresidente de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid.
Presidido por Fernando Pombo Ibarra, el Racing tenía como entrenador, al británico Mr. Patrick O´Connell, que en la fase final del ejercicio iba a ser sustituído por el ex jugador racinguista Paquiro Pagaza.
LA PLANTILLA DEL ESTRENO
La plantilla racinguista de 1929, con la que se afrontó el primer campeonato de Liga era la siguiente:
Porteros: Raba y Javier.
Defensas: Santiuste, Gacituaga, Berdiales y Solla.
Medios: Hernández, Baragaño, Larrinoa y Turón.
Delanteros: Santi, Loredo, Oscar, Larrínaga, Amós, Gómez-Acebo, Cladera y Pico.
La temporada racinguista iba a ser dura. Comenzó en septiembre de 1928 con el Campeonato Regional, con Gimnástica, Eclipse y Unión Club Como rivales. El Racing terminó campeón invicto, cediendo tan sólo un empate en El Malecón ante la Gimnástica. Entre enero y febrero de 1929 disputó la Promoción de ascenso, en total seis partidos en los que no conoció la derrota. Después, ya en el primer campeonato de Liga, la actuación dejó bastante que desear. La plantilla rindió por debajo de sus posibilidades.
LA PLANTILLA DEL ESTRENO
La plantilla racinguista de 1929, con la que se afrontó el primer campeonato de Liga era la siguiente:
Porteros: Raba y Javier.
Defensas: Santiuste, Gacituaga, Berdiales y Solla.
Medios: Hernández, Baragaño, Larrinoa y Turón.
Delanteros: Santi, Loredo, Oscar, Larrínaga, Amós, Gómez-Acebo, Cladera y Pico.
La temporada racinguista iba a ser dura. Comenzó en septiembre de 1928 con el Campeonato Regional, con Gimnástica, Eclipse y Unión Club Como rivales. El Racing terminó campeón invicto, cediendo tan sólo un empate en El Malecón ante la Gimnástica. Entre enero y febrero de 1929 disputó la Promoción de ascenso, en total seis partidos en los que no conoció la derrota. Después, ya en el primer campeonato de Liga, la actuación dejó bastante que desear. La plantilla rindió por debajo de sus posibilidades.
PUESTA DE LARGO CON EL CAMPEÓN
En su debut el Racing se topó, precisamente, con el que iba a ser campeón, un Barcelona, muy en forma ante el que parecieron pagarse los esfuerzos de tantos viajes (Valencia, Sevilla y Madrid) y la fatiga derivada de la fiesta. Porque al retorno de la capital de España, después de acabar con el Sevilla en la prórroga, el equipo era recibido en la estadio de Santander, a donde había llegado en el tren conocido como el Rápido, de Madrid, por más de 12.000 aficionados que vitorearon al Racing por las principales calles de la ciudad. En la fotografía adjunta, el homenaje a Santi Zubieta, en Madrid, en el curso del cual Francisco Pernía le impuso la insignia de oro y brillantes en 2006.
En su debut el Racing se topó, precisamente, con el que iba a ser campeón, un Barcelona, muy en forma ante el que parecieron pagarse los esfuerzos de tantos viajes (Valencia, Sevilla y Madrid) y la fatiga derivada de la fiesta. Porque al retorno de la capital de España, después de acabar con el Sevilla en la prórroga, el equipo era recibido en la estadio de Santander, a donde había llegado en el tren conocido como el Rápido, de Madrid, por más de 12.000 aficionados que vitorearon al Racing por las principales calles de la ciudad. En la fotografía adjunta, el homenaje a Santi Zubieta, en Madrid, en el curso del cual Francisco Pernía le impuso la insignia de oro y brillantes en 2006.
CARNAVAL Y HUERTO DEL FRANCÉS
Era domingo de carnaval. El estreno en la Liga, tres días más tarde, no iba a resultar, paradójicamente, nada favorable para el cuadro de la capital cántabra. Además del 0-2 el Racing comenzaba a sufrir y terminaba el campeonato en último lugar de la tabla, con sólo tres victorias y tres empates.
Salvó la categoría en una nueva promoción con el Sevilla el que por segunda vez consecutiva dejó sin opción, pues la derrota por 2-1 en la capital hispalense fue superada en Santander con un triunfo por 2-0, los dos goles de Cladera. Pero no era más que un espejismo, pues a la campaña siguiente el Racing era poco menos que inexpugnable en su feudo, conocido como El Huerto del Francés, recordando a un tristemente célebre huerto donde un asesino galo enterraba a sus víctimas. Dos temporadas después los racinguistas eran subcampeones, igualados a puntos con el campeón, el Athletic de Bilbao.Era domingo de carnaval. El estreno en la Liga, tres días más tarde, no iba a resultar, paradójicamente, nada favorable para el cuadro de la capital cántabra. Además del 0-2 el Racing comenzaba a sufrir y terminaba el campeonato en último lugar de la tabla, con sólo tres victorias y tres empates.
Era domingo de carnaval. El estreno en la Liga, tres días más tarde, no iba a resultar, paradójicamente, nada favorable para el cuadro de la capital cántabra. Además del 0-2 el Racing comenzaba a sufrir y terminaba el campeonato en último lugar de la tabla, con sólo tres victorias y tres empates.
Salvó la categoría en una nueva promoción con el Sevilla el que por segunda vez consecutiva dejó sin opción, pues la derrota por 2-1 en la capital hispalense fue superada en Santander con un triunfo por 2-0, los dos goles de Cladera. Pero no era más que un espejismo, pues a la campaña siguiente el Racing era poco menos que inexpugnable en su feudo, conocido como El Huerto del Francés, recordando a un tristemente célebre huerto donde un asesino galo enterraba a sus víctimas. Dos temporadas después los racinguistas eran subcampeones, igualados a puntos con el campeón, el Athletic de Bilbao.Era domingo de carnaval. El estreno en la Liga, tres días más tarde, no iba a resultar, paradójicamente, nada favorable para el cuadro de la capital cántabra. Además del 0-2 el Racing comenzaba a sufrir y terminaba el campeonato en último lugar de la tabla, con sólo tres victorias y tres empates.
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
Ésta fue la crónica que La Vanguardia, de Barcelona, publicó sobre el primer partido el miércoles, 13 de Febrero de 1929, en su página 14:
Con tiempo desapacible y lluvioso celebróse el partido de fútbol para el campeonato de la Liga, entre el Racing local y el Barcelona. La lluvia, aunque no muy cuantiosa, hizo que el público se retrajera grandemente, siendo la entrada escasa.
Los equipos se alinearon, a las órdenes –de Melcón, en la forma siguiente:
RACING: Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Baragaño, Larrinoa, Santi, Loredo, Osear, Gómez y Amós.
BARCELONA: Vidal, Saura, Samitier, Martí, Castillo, Obiols, Sagi, Arnau, Ramón, García y Parera.
Antes de comenzar el partido los jugadores racinguistas fueron obsequiados con unas medallas que les regala el club por su comportamiento en las eliminatorias jugadas para el ingreso en la primera Liga.
Entre los capitanes de ambos bandos, Samitier y Oscar, se cambiaron ramos de flores.
Comenzó el partido con una escapada muy briosa de los santanderinos, que se malogra por ir fuera el balón. Luego hay unos instantes de juego nivelado, y enseguida los racinguistas avanzan por el ala izquierda creando la primera situación de peligro, que salva Gacituaga. A poco Raba intercepta un buen centro de Sagi.
A continuación hay avances alternativos, teniendo que intervenir mucho las defensas. Sin embargo, ambas delanteras se muestran, ineficaces en los remates, que raramente van mal dirigidas. Sagi se lesiona, retirándose, pero reaparece pronto. Luego es Obiols el que se retira para volver al campo al reanudarse el juego, después del descanso.
El primer tiempo termina con empate a cero, habiendo sido interesante y discutido, aunque falto de calidad. Durante este tiempo se destacó Samitier que jugó muy bien de defensa. En la segunda parte el Racing dominó intensamente durante los primeros momentos, jugando con codicia enorme, pero sin serenidad ni técnica algunas. La defensa catalana y Vidal tienen mucho trabajo.
Las escapadas de la delantera barcelonista son, sin embargo, más peligrosas que en el primer tiempo, aunque más escasas. Y así ocurre hasta que cuando van jugados diez minutos de este segundo tiempo, en un avance de la delantera del Barcelona, (que Santiuste y Gacituaga. intentaron cortar, Parera aprovecha de la indecisión de los defensas y logra, de un chut rápido y colocado, introducir el balón en la red. El Racing reacciona y ataca bien secundado por su línea media. No obstante sus esfuerzos, no consigue el empate, que busca con afán.
A los veinticuatro minutos de juego, en una indecisión de Raba, Parera se aprovecha y de un formidable tiro consigue el segundo para el Barcelona, terminando el partido con dos a cero a favor de los catalanes.
Durante esta segunda parte el juego ha sido muy violento, habiendo menudeado las faltas por ambas partes, faltas que Melcón cortaba inflexiblemente, con criterio justiciero, aunque no siempre a gusto de todos. El público pitó injustamente, pues su imparcialidad fue manifiesta.
Del Barcelona los mejores fueron Samitier, Parera y Sagi, y del Racing los mejores Santiuste, Torón y, a ratos, Raba. La delantera fue de una absoluta ineficacia.
Ésta fue la crónica que La Vanguardia, de Barcelona, publicó sobre el primer partido el miércoles, 13 de Febrero de 1929, en su página 14:
Con tiempo desapacible y lluvioso celebróse el partido de fútbol para el campeonato de la Liga, entre el Racing local y el Barcelona. La lluvia, aunque no muy cuantiosa, hizo que el público se retrajera grandemente, siendo la entrada escasa.
Los equipos se alinearon, a las órdenes –de Melcón, en la forma siguiente:
RACING: Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Baragaño, Larrinoa, Santi, Loredo, Osear, Gómez y Amós.
BARCELONA: Vidal, Saura, Samitier, Martí, Castillo, Obiols, Sagi, Arnau, Ramón, García y Parera.
Antes de comenzar el partido los jugadores racinguistas fueron obsequiados con unas medallas que les regala el club por su comportamiento en las eliminatorias jugadas para el ingreso en la primera Liga.
Entre los capitanes de ambos bandos, Samitier y Oscar, se cambiaron ramos de flores.
Comenzó el partido con una escapada muy briosa de los santanderinos, que se malogra por ir fuera el balón. Luego hay unos instantes de juego nivelado, y enseguida los racinguistas avanzan por el ala izquierda creando la primera situación de peligro, que salva Gacituaga. A poco Raba intercepta un buen centro de Sagi.
A continuación hay avances alternativos, teniendo que intervenir mucho las defensas. Sin embargo, ambas delanteras se muestran, ineficaces en los remates, que raramente van mal dirigidas. Sagi se lesiona, retirándose, pero reaparece pronto. Luego es Obiols el que se retira para volver al campo al reanudarse el juego, después del descanso.
El primer tiempo termina con empate a cero, habiendo sido interesante y discutido, aunque falto de calidad. Durante este tiempo se destacó Samitier que jugó muy bien de defensa. En la segunda parte el Racing dominó intensamente durante los primeros momentos, jugando con codicia enorme, pero sin serenidad ni técnica algunas. La defensa catalana y Vidal tienen mucho trabajo.
Las escapadas de la delantera barcelonista son, sin embargo, más peligrosas que en el primer tiempo, aunque más escasas. Y así ocurre hasta que cuando van jugados diez minutos de este segundo tiempo, en un avance de la delantera del Barcelona, (que Santiuste y Gacituaga. intentaron cortar, Parera aprovecha de la indecisión de los defensas y logra, de un chut rápido y colocado, introducir el balón en la red. El Racing reacciona y ataca bien secundado por su línea media. No obstante sus esfuerzos, no consigue el empate, que busca con afán.
A los veinticuatro minutos de juego, en una indecisión de Raba, Parera se aprovecha y de un formidable tiro consigue el segundo para el Barcelona, terminando el partido con dos a cero a favor de los catalanes.
Durante esta segunda parte el juego ha sido muy violento, habiendo menudeado las faltas por ambas partes, faltas que Melcón cortaba inflexiblemente, con criterio justiciero, aunque no siempre a gusto de todos. El público pitó injustamente, pues su imparcialidad fue manifiesta.
Del Barcelona los mejores fueron Samitier, Parera y Sagi, y del Racing los mejores Santiuste, Torón y, a ratos, Raba. La delantera fue de una absoluta ineficacia.
